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Las medidas del fútbol peruano

Publicado: 2010-07-04

El plantel profesional de Universitario de Deportes, en su totalidad, emitió ayer un pronunciamiento sobre la grave situación por la que atraviesa dicho club. En un ambiente futbolístico viciado por el caos institucional, la informalidad en todos sus estamentos y la precariedad como emblema, principalmente en la capacidad de sus elementos para expresar su propia crisis, es gratificante el gesto de dignidad y lucidez de este grupo de jugadores que afronta, una vez más, el descalabro ya habitual en la U desde hace más de una década.

No conozco los detalles del pleito de las directivas paralelas y los comicios superpuestos, creo que ni los hinchas lo entienden. Pero el comunicado se convierte en una radiografía del fútbol peruano, describiendo un rosario de sueldos impagos, deudas elásticas, canchas sin mantenimiento, lesiones no tratadas, operaciones no realizadas, caños secos, insuficiencias eléctricas y el consecuente clima de incertidumbre que provoca la renuncia del director técnico y deja abierta la posibilidad de que el equipo se desmantele por mejores ofertas laborales.

La escena no puede ser más clara y oportuna. Ocurre precisamente cuando el Mundial llega a su recta final, en la que destacan nítidamente los frutos de las naciones de trabajo más serio, como Alemania, y la atención de la prensa y la afición se concentra en los últimos partidos. Pero también, principalmente, coincide con los albores de una nueva etapa que va a iniciar la selección peruana, con Sergio Markarián en la dirección técnica. Eso es lo que hallará -por supuesto, sin mayor sorpresa, porque ya conoce bien nuestro medio- el entrenador uruguayo, un clima de sobrevivencia deportiva en una institución que supuestamente debería estar entre las más sólidas del fútbol nacional, y que verdaderamente tiene menos orden que un club de liga distrital.

Dicho sea de paso, la designación de Markarián, independientemente de sus méritos y defectos, tiene una falla congénita. Como la de José Del Solar, nace de la completa pérdida de legitimidad del presidente de la federación peruana, Manuel Burga, que en verdad hace tiempo que no debería nombrar a nadie y dejar el puesto. Es la otra cara de la misma moneda misia que hace de los entrenamientos de la U, y de varios otros equipos locales de menos repercusión popular, un reflejo del achichamiento de la sociedad peruana, similar al calvario de la movilidad urbana o al circo de la participación política.


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Tinta Indeleble

Escrito por Gabriel Quispe